Un simple fallo administrativo tuvo la culpa de que las nóminas que tenía que pagar a mis secretarias se retrasasen un día. Pero claro, para ellas no hay perdón, por lo que tuve que soportar un humillante castigo que me hizo recargarme las pilas y asegurarme que el més que viene no ocurra lo mismo. Esto es de lokos !
You must be logged in to view or write comments.